martes, 19 de octubre de 2021

El País de la Pizarra de Ana María Matute


Un derroche de imaginación. Mientras lees aflora una lejana sensación infantil, aletargada pero siempre latente. No es fácil resucitar el niño que todos llevamos dentro, pero Matute lo hace con sobrada maestría, para eso es necesario sentirse siempre un Peter Pan, recordarlo y ser capaz de recordárselo a los demás, tarea nunca fácil. He bajado o subido, no lo tengo claro, al mundo donde todo es posible. Basta con liberar la imaginación, sentirse libre de convencionalismos que lastran y encorsetan.

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