miércoles, 31 de marzo de 2021

El hombre sentado en el pasillo de Margarite Duras

Relato cargado de metáforas, algunas de ellas de preciosa factura, otras misteriosas, indescifrables. Un hombre observa la práctica de sexo de una pareja. Observa como se aman, como se desean, como se gozan el uno de la otra y la otra del uno.
El final inesperado, enigmático, despierta la imaginación del lector, la enciende y cada cual le da la intensidad requerida a la llama surgida.

 

La autopista del Sur de Julio Cortázar

 

Hay que ser un magnifico autor para sacarle tanto partido a un hecho tan cotidiano como un atasco (aunque este sea superlativo) en la entrada de una gran urbe, en este caso, París.
Paulatinamente los seres afectados, se socializan, se apoyan, se solidarizan unos con otros, sin faltar quien quiere aprovechar la desgracia ajena para beneficiarse a si mismo. Salen a flote los sentimientos más altruistas, los de mayor mezquindad. La vida discurre sin poder avanzar, sin poder retroceder, la climatología incide determinante, insidiosa en la cotidianidad de los afectados. Todos se ven afectado por igual aunque cada cual reacciona según su personalidad.
Cuando todos esos elementos determinantes desaparecen, surge el desamparo, se diluyen esos sentimientos nacidos de la necesaria hermandad instigada por fuerzas ocultas, apenas perceptibles pero que todos sentimos cuando nos vemos navegando en un mismo barco a la deriva.
Espléndido relato este de Julio Cortázar.

A la luz del día de Cavafis

Un buen relato del poeta Cavafis. Un relato donde lo onírico se confunde, mezcla y mimetiza en la realidad de la mañana, a la luz del día, que es incapaz de diluir las sensaciones que te han atrapado durante el sueño. Un relato que sintetiza esa sustantividad entre lo real, lo soñado entremezclando uno con lo otro sin delimitar claramente donde empieza lo uno y acaba lo otro, donde ubicar, sin confusión, las lindes de lo soñado y lo vivido. Corto pero intenso, donde ni faltas ni sobran palabras.
 

Una calle de Málaga

 


Mira Picasso, desde un muro de la Alcazaba, al cielo, tal vez atrapado en los recuerdos de uno de sus amores, los ojos colmados de melancolía mientras la lluvia llena las calles de góndolas venecianas, como ataúdes tristes llevan el canto melodioso y lírico del gondolero en tanto las parejas imaginadas gozan de un amor soñado.

En una de ellas añora su Puerto de Santa María, Rafael, marinero en tierra, desterrado y condenado a arrastrar la nostalgia de sus calles blancas, tanto como su cabellera, de un sol omnipresente, de un vino dorado en la taberna con sus convecinos entre charlas y partidas de dominó; de su arboleda perdida. Cabalga caballo cuatralbo, caballo de espuma, a galopar hasta enterrarlos en la mar.
Manuel Altolaguirre saluda la indiferencia de Picasso que semeja meditar el boceto de un cuadro futuro, con gesto lánguido a pesar de la felicidad de reencontrarse con la lluvia malagueña.
Federico añora a su Fuente Vaqueros y Fuente Vaqueros, entre choperas que despuntan al cielo de la hermosa Granada, añora a Federico que parece dormir en una cuneta mientras Bernarda, de luto infinito, eterno, trata de rescatarlo del letargo, ajena a lo definitivo de este. Definitivo y triste, sin retorno. Es una muerte de botas y tricornios de charol. Es una muerte por amar a alguien de su imagen y semejanza.
Y Vicente, lejos de su Sevilla natal, se reencuentra con esa luz malagueña que tanto amó, escribiendo en su corazón La destrucción o el amor.
Dalí, de pie en la proa de una góndola, manteniendo el equilibrio milagrosamente, con la solemnidad del mascarón de una nave insuflado de vida, dibuja en el aire, con enormes aspavientos, tal vez unos relojes antes de que se derritan.
Pasea Julio, lejos de su Buenos Aires, lejos de su Paris, agarrado de la mano de la Maga, protegidos de la lluvia tan solo por el amor. Buscan un rincón íntimo donde jugar a la rayuela.
Calle Larios se ha disfrazado de Gran Canal.
Y a la Catedral le quiere crecer la otra torre sumida en el olvido de tantos y tantos años por las corruptelas de un funcionario impío que distrajo unos cientos de miles de reales años ha.
El Obispo Herrera Oria, desde el barroco balcón del Palacio Episcopal, rastrea almas a las que redimir. Ahí va don Pío; Unamuno; Juan Ramón cabalgando un pollino plateado; Miguel, manco y soldado, manco y escritor, escoltado por la espigada figura que suspira a Dulcinea a lomos de Rocinante y la oronda sombra de su escudero soñador.
Góngora, lejos de la fresca sombra de su cordobesa Mezquita, rima y medita viejos tiempos a orillas de un Guadalquivir plácido.
Antonio compone, apartado de sus campos de Castilla, de su amada Sevilla.
Aquel de allí, corrigiendo su miopía tras redondos quevedos, con eterno aire de distracción y decaimiento.
Deambulan por la Plaza de la Merced, por las intrincadas calles de la judería; por las calles: Granada, Beatas, San Agustín y Alcazabilla, allí donde quedó parte de mi juventud, deleitándose, degustando en lentos sorbos unos caldos densos de esta tierra dulce y cálida, observados en silencio por el monte Gibralfaro en cuya laderas, otrora, reposaron las almas árabes enterradas en un desaparecido “maqbara” que encierra dolor y sufrimientos ya cicatrizados hasta el olvido. A los pies del monte, el pétreo teatro romano, donde aún se oyen los lejanos ecos declamados en tragedias remotas.
Sale el sol, el viento misericordioso se ha llevado las nubes. Calle Larios otra vez es calle Larios. El Gran Canal es sólo un recuerdo difuso. Pablo ya es otro Pablo. Miguel ya no es el mismo Miguel. Sus figuras se han desvanecido por el influjo colosal de una magia anónima.

sábado, 27 de marzo de 2021

La chispa creativa de Agustín Fuentes

Excelente libro de divulgación antropológica. Es exhaustivo, completo en su análisis, a la vez que sencillo, ameno y nada embrollado. Pormenoriza como la creativa inherente al cerebro humano nos ha permitido destacar en actividades que nos han hecho avanzar en diversos niveles hasta alcanzar el actual, esto continúa evidentemente, todo ello sin menoscabar ni frivolizar los defectos, que son muchos, añadiría yo, de este mismo proceso evolutivo, no solo a nivel biológico sino social. Ambas cosas han ido estrechamente ligadas, siendo imposible des deslindar una de la otra.
Si es una lectura que me ha cautivado, me ha saciado el hambre de conocimiento hasta la hora de la cena, que llegará pronto y mi curiosidad despertará de nuevo el apetito insaciable que me inquieta, en el mejor sentido de la palabra, agitando nuevamente esas ganas de adentrarme en un mundo que es infinitamente desconocido y siempre aporta nutrientes novedosos.

 

jueves, 25 de marzo de 2021

Cuatro Cuartetos de T.S. Eliot

La de Eliot es una poesía hermosa, pero a la vez oscura, difícil de descifrar.


 

Simone de Beauvoir. Del sexo al género, de Cristina Sánchez.

Siempre me ha atraído la exuberante personalidad de esta mujer. Me ha hechizado y a la vez la he temido, no me siento capaz de adaptarme a tan profusa identidad, a tan firmes convencimientos como a los que se les atribuía. Para ello tendría que poseer una fortaleza de ánimo, una entereza ética como demostró tener Jean Paul Sartre al que siempre se les asocia tan unidos. Es o ha sido la pareja más original de la que he tenido conocimiento, mis base culturales se cimentan en un lamentable convencionalismo al que me siento incapaz de erradicar del todo. Pero nada de eso le resta un ápice de mi admiración. Este libro no adentra en su forma de ver el mundo, de interpretarlo, conocer su filosofía existencialista, su compromiso feminista y su entereza comunista siempre alejada del más estricto de los dogmas. Sí, Beauvoir fue existencialista pero nunca se dejó arrastrar por la vorágine torrencial de la moda de su época atribuida a ese pensamiento filosófico; fue feminista y precursora en cierta medida del más moderno de los feminismos que le tocó vivir, sin dejar de buscar la igualdad social entre los sexos sin buscar la supremacía de uno sobre el otro. Fue comunista pero nunca estalinista ni adepta a ninguna de las corrientes que trataron de mantener tan abyectas prácticas totalitarias. Quienes quieran profundizar en la sapiencia de tan desbordante, atractiva, cautivadora y seductora personalidad, debe leer este libro que de seguro ayudará a entender mejor su obra a la pienso acometer desde este instante.
 

miércoles, 24 de marzo de 2021

La pata de mono de W.W. Jacobs

¿Es el cuento perfecto? Si no lo es, está muy cerca de serlo. Breve, conciso, preciso, intenso y completo. Es como un plato bien sazonado, condimentado y cocinado en el punto justo, donde vienen a converger todos los sabores y aromas para satisfacer el más exigente de los hedonismos y aplacar el más rebelde e insaciable de los apetitos. Simplemente sublime.
 

martes, 23 de marzo de 2021

El cerebro obeso de L. Jiménez


 Buena lectura para los que andamos un tanto pasaditos de kilos (yo estoy algo más que pasadito). Al comienzo te lleva a la desilusión, es un tanto determinista, ese término filosófico que tanto desasosiego despierta. Todo viene marcado por la segregación de hormonas de nuestro hipotálamo. Ah, pues entonces no hay nada que hacer, yo estoy gordo porque esa cosa así lo determina. Pues no, siempre se puede hacer algo para paliar, suavizar y enderezar ese bombardeo hormonal al que estamos constante e irremisiblemente sometido.

Es de lectura no muy compleja y si provechosa que nos permite conocer en mayor profundidad nuestro cuerpo, nuestro pensamiento, nuestros deseos y ese modo compulsivo e innecesario de sobrealimentarse.
Obviamente es una lectura que solo se ciñe a quienes tenemos un imperiosa necesidad de controlar nuestro peso, no por cuestión meramente estética sino mirada desde una perspectiva saludable.

viernes, 19 de marzo de 2021

Orgullo y prejuicio de Jane Austen

Calificar esta obra de romántica es frivolizar su contenido. Claro que es romántica, porque fundamentalmente habla de amor, pero lo hace enmarcado en un cuadro que nos describe una sociedad llena de prejuicios, siempre revestidos de la mayor de las hipocresías inherente a una clase aristocrática impulsada por sentimientos excluyentes, por actitudes de apariencia, parapetada en el artificio de los buenos y refinados modales, que todo parece justificar. No solo basta con tener buenos recursos económicos sino poseer un comportamiento que así lo avalen. La moral de los personajes solo está justificada en un encuadramiento discriminatorio hacia todo aquello que no pueda ser incluido entre esos cánones inflexibles.
Pero no sólo es romántica, no solo es una crítica social a esa sociedad hipócrita con una innegable patina de falsedad y fingimiento sino que es profunda en los perfiles sicológicos de los personajes. ¿Qué lector puede negar que se ha dejado atrapar por la cautivadora personalidad de Elizabeth Bennet, mas que por su sospechada e intuida belleza nunca antepuesta a su comportamiento y enorme integridad ética? ¿Qué lectora no ha sentido irreversible atracción por Mr. Darcy, no el más bello de los hombres, tan siquiera, en apariencia, el más integro? Eso solo se debe a la maestría descriptiva de Austen. Sus personajes están vivos, transcienden las páginas de su obra.
Me ha llamado mucho la atención la evolución del pensamiento de la protagonista. Nada es perenne, nada es inamovible. Nada es lo que parece hay que dar alas a la imaginación y poner en entredicho cualquier tipo de orgullo y de prejuicio.

 

sábado, 13 de marzo de 2021

La luz difícil de Tomás González.

Es la primera de las obras que leo de el hasta hoy, para mi, desconocido autor colombiano. Me ha dejado una grata impresión. Nos cuenta la historia de alguien quien espera el viaje hacia la muerte de su hijo. Trata la eutanasia como un bien que reporta la liberadora elección de cómo y cuando morir, para quienes han perdido, por motivos objetivos, cualquier posibilidad de alcanzar una vida digna, alejada de sufrimientos y penas estériles. No me gusta la expresión de una muerte digna. La dignidad nunca puede ir asociada a la muerte, este fin, que a todos aguarda sin remisión, no se puede dignificar, enaltecer, pero si paliar y suavizar y esa no es otra cosa que la única actitud que justifique la eutanasia. Pero la historia no se ciñe a crear proselitismo a favor de la libre elección de la muerte, sino que, estos personajes que pululan, respiran, sienten, aman y padecen es las páginas de esta obra se aferran a una esperanza siempre latente y sostiene el vilo de la trama creativa. Siempre hay una llama alentadora agazapada tras todas y cada una de las páginas que configuran esta novela, corta pero bella, desgarradora y vivencial. Entre sus personajes entrelazados en sucesos y hechos que se recuerdan o suceden en constantes vaivenes entre un rememorado pasado y hechos presentes, perfectamente delimitados y perfilados siempre está la clave de qué sucederá al final, cual será la decisión última que nos traiga un colofón menos amargo.
 

viernes, 12 de marzo de 2021

Quién de nosotros de Mario Benedetti

Es una novela, la primera de Mario Benedetti, perfilada en tres partes claramente interrelacionadas pero diferentes; tres vivencias; tres puntos de vista diversificados; tres modos heterogéneos; tres modos de narrar dispares, lo que hace destacar la capacidad narrativa de Benedetti, (el de Lucía es simplemente sublime y profundo, el más intenso de los tres desde mi punto de vista). Es una historia de amor entre tres seres humanos, dos hombres, una mujer, donde el efecto nocivo de los celos adquiere un trasfondo secundario, no interfiriendo de modo directo en las relaciones, apenas las rozan. Miguel, con extraña apatía impele a Lucia hacia Lucas, que vive la realidad entremezclando sus personajes de ficción (es narrador de cuentos) con la realidad cotidiana. Es la parte que más me ha desorientado.
Es una lectura recomendable, como siempre que hablamos de Benedetti, tal vez no su mejor obra, pero como siempre, digna de tenerse en cuenta.

 

12 de Marzo de 2014

Después de infructuosas horas de espera en la parada del Meliá este amanecer fue lo único que me llevé. Entré cuando una negra mortaja de oscuridad envolvía el mar y este saludo rompió mi letargo. Tan sólo el constante rumor de las olas inducía a pensar que el mar estaba vivo, que aún respiraba. La lechosa espuma de las ondas se adivinaba apenas en tanta negrura extendida, y ese olor ingénito a marisma que nos delata la cercanía del mar disipaba mis dudas. De cuanta paciencia hemos de armarnos en esta profesión en las largas noches de invierno, hasta que un sol de fuego emerge del fondo del horizonte para brindarte unos buenos días que diluye las amarguras pasadas. Casi seis horas desechadas, perdidas, si no llega a ser por mis libros.
 

martes, 9 de marzo de 2021

Momentos estelares de la humanidad. Catorce miniaturas históricas de Stefan Zweig

Qué magnifica capacidad tenía este hombre para resaltar las pasiones, las desdichas, los entusiasmos y los desalientos de los seres humanos. Qué capacidad tienen aún sus libros de transmitir esas sensaciones fogosas o alicaídas, vehementes y ardorosas, flemáticas y calmosas en el lector, sean de ayer, de hoy y, supongo, de mañana.
Nos cuenta, con esa prosa elegante e inteligente que lo caracteriza, los avatares de personajes de diverso orden, de primera línea o que jugaron un papel secundario, pero no por ello menos relevante en momentos muy determinados de nuestra historia.
Es uno de esos libros que se deben leer alguna vez en la vida.

 

domingo, 7 de marzo de 2021

La belleza de una sonrisa


La vorágine de la sociedad de consumo aún es débil, no ha llegado con el ímpetu voraz capaz de borrar la felicidad de este rostro al que una simple pelotita, que cualquier niño de este lado del charco desecharía desdeñosamente, ha conseguido llenar de regocijo el instante inolvidable que este crío experimenta. Todo llegará. Que no te quepa la menor duda que algún día también llegará hasta tu sonrisa el deseo de algo más incitante, algo que llene aún más la cartera de algún codicioso ejecutivo que te hará trabajar más duramente para poder brindar una sonrisa, como la que esgrimes en el rostro de alguno de tus futuros hijos. 


 

Le château du lac Tchou-An de Frédéric Lenormand

La verdad que he terminado de leer este libro simplemente porque está escrito en francés, son pocas las oportunidades de que caiga en mis manos literatura en ese idioma. El libro es de una pésima literatura, sin vilo en su trama, lineal, carente de la atmósfera necesaria para transportarte al periodo histórico en en que se desarrolla, siglo VII en algún lugar de la China imperial; es policiaca pero sin intriga, el final te da igual porque en ningún momento denota o se atisba algo sorprendente e inesperado que sostenga el interés por su lectura. En fin... de todo tiene que haber en la viña del señor y lo peor es que tengo toda la colección de esta saga. Seguiré leyéndola para perfeccionar mi hábito de francés.
 

jueves, 4 de marzo de 2021

Con una bella y poética narrativa autobiográfica la autora nos va introduciendo en ese hermoso mundo de la poesía. Nos cuenta su relación con los libros en general, con la poesía en particular desde su más tierna infancia, que se desarrolla en un ambiente culto -su padre es médico y su madre filósofa- ambos amantes de los libros y la literatura. Paulatinamente nos vamos enamorando de los versos, de las estrofas, de los poemas, si que no lo estábamos ya de antemano. Aunque, he de confesar que lo que me indujo a su lectura fue ese afán de no perder ni un ápice del disfrute de la lectura de poemas, de los cuales acabo, en demasiadas ocasiones, con la frustrante sensación de haber dejado pasar involuntariamente deleites, embelesos y encantamientos que mi imaginación no ha sabido captar y entender, pero que formaban parte inherente a la esencia del poema. sólidamente configurando su estructura y sostén, omitidas y silenciadas por mi torpeza que me ha alejado de los sentimientos expresados, arrancado desde las entrañas, surgidos de las vísceras del poeta y que mi mente no ha sabido retener ni percibir. Espero que con esta lectura, y creo haberlo logrado, al menos la autora ha sabido transmitirme esa experiencia vital que tanto he añorado en anteriores ocasiones.
 

Boabdil de Antonio Soler

Todo lo que ha escrito Antonio Soler me ha atrapado. Tiene una manera de narrar muy particular, descriptiva como una sucesión de imágenes qu...