Nada tengo que añadir salvo que ese regusto que permanece tras la lectura se ha visto reforzado en esta relectura.
Anoche, durante un rato exquisito, navegué en las plácidas aguas de un sereno lago, sereno como un espejo, plácido como una balsa de aceite. El verbo de Neruda impulsaba con sosiego y aplomo la vela de mi nave desplazándola de aquí para allá sin sobresalto, sin apenas balanceo. ¡Qué regusto impregna el paladar los versos de tan excelso poeta!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Boabdil de Antonio Soler
Todo lo que ha escrito Antonio Soler me ha atrapado. Tiene una manera de narrar muy particular, descriptiva como una sucesión de imágenes qu...
-
El hombre comienza a asomar la cabeza. <<La adaptación del Homo habilis a los ecosistemas despejados y herbosos, las sabanas...
-
Es la primera de las obras que leo de el hasta hoy, para mi, desconocido autor colombiano. Me ha dejado una grata impresión. Nos cuenta la h...
No hay comentarios:
Publicar un comentario