Qué perfecta simbiosis entre una prosa poética, sin estridencias barrocas y el amor incondicional hacia la naturaleza. Es un retrato perfecto de un paisaje cada vez más alejado de nuestras posibilidades reales. ¿Dónde encontrar parajes naturales, resguardados de la contaminación humana, de sus rastros y huellas cada vez más indelebles?
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