jueves, 25 de febrero de 2021

Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig

Es asombrosa la facilidad del autor en describir las pasiones de sus personajes. Siempre acabas atrapado por un irresistible mimetismo hacia ellos que te absorbe, enreda y enmaraña irremisiblemente. Una historia en apariencia vulgar y trivial se va convirtiendo, con admirable maestría, en una narración de trascendencia insospechada. Mientras lees sientes las ideas bullir intranquilas en tu mente, como si fuesen espoleadas, excitadas y aquellos conceptos morales adormecidos, apiñados con sólida convicción, de repente, se ponen en marcha para ser cuestionados o reafirmados.
Novela corta, pero no por ello menos intensa, debió convulsionar los apacibles e hipócritas principios de hace casi un siglo. Cada lectura de sus obras reafirma el placer de leer a Stefan Zweig.

 

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