miércoles, 30 de junio de 2021
Viaje al centro de la filosofía de Nemrod Carrasco
Los Pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán
jueves, 24 de junio de 2021
La juventud
La juventud es un galardón que el paso de los años acabará arrebatándote con inexorable certeza.
R.C
Cuadro: Mujer Durmiendo de Tamara de Lempicka
La crueldad del tirano
La crueldad del tirano no ha perdido un ápice de eficacia a lo largo de la historia, tan solo su apariencia, escondida tras un efectivo disfraz, ha mitigado y suavizado su manifiesta vileza.
R.C
Cuadro: Soledad de Fabio Hurtado.
miércoles, 23 de junio de 2021
Antología Poética de Francisco Brines
martes, 22 de junio de 2021
Ante la muerte
R.C
Cuadro: Paisaje de San Juan 1939 de Lino Enea Spilimbergo-
Ocurrencias
Sin apenas agotar la munición de la palabra y el argumento, el necio siempre cala la bayoneta del insulto.
lunes, 21 de junio de 2021
Un hombre en la oscuridad de Paul Auster
jueves, 17 de junio de 2021
Los Santos inocentes de Miguel Delibes
Tirano Banderas de Ramón Del Valle-Inclán
Tirano Banderas es una hermosa alegoría, una sátira del poder tiránico. Un hombre, la momia es denominado en más de una ocasión, refugiado en una atalaya y su decrepitud contempla desde su refugio, rodeado de gachupines y aduladores, un mundo a sus pies al que trata de conservar por todos los medios, induciendo a los demás a cometer cuantas tropelías y desmanes sean necesarias para que ese mundo no cambie. Se aferra a la falsa creencia que la vida es inamovible, como los clásicos griegos y romanos jamás pensaron en un mundo donde la esclavitud no fuese una normalidad y no una aberración, ni el señor feudal creyesen en la abolición de la servidumbre tal y como él normalizaba en sus relaciones con los siervos de la gleba. Desmintiendo una y otra vez la verdad del aserto de Heráclito de que nunca nos bañamos dos veces en el mismo río. No, el mundo, la sociedad, no es algo estático, por más que le pese a muchos, sino que en sus propias entrañas lleva la semilla del cambio, siempre hay algo nuevo bajo el sol, todo es cambiante, todo evoluciona, nada es perenne. Y esta alegoría así nos lo demuestra, o al menos excita nuestro intelecto para mostrárnoslo. Por más que el Tirano quiera preservar sus privilegios envolviéndolos en sagrada inamovible todo lo que le rodea, lanzando a sus adláteres y perros de guardias contra las masas sedientas de cambios, de libertad, hambrientas de justicia, hartas de hipócritas y falsas promesas, demandadoras de hacer añicos la resignada sumisión. El esclavo no nació para serlo, el siervo tampoco. Pero circunstancias sociales, políticas, culturales, jurídicas y religiosas así lo forjaron, pero este no es el lugar ni el momento de debatir. ¿Y el obrero, para qué nació el obrero, el trabajador, el campesino? Apostillo yo, sueña con ser manumitido, con vencer los escrúpulos para convertirse en un no obrero e imitar el papel de quien le ofrece unas migajas.
En la atmósfera que se respira en el libro, en su prosa, poesía pura, bella, hermosa, ¿panhispánicamericana?, compleja por el uso de términos incomprensibles para mi, queda latente el pesimismo decadente que envolvía a los escritores de esa generación. Las glorias largamente enaltecidas del Imperio español se derrumbaban como un frágil castillo de naipes. Siempre en el horizonte se vislumbra una luz esperanzadora.
miércoles, 16 de junio de 2021
Kiki, siempre en mi recuerdo.
Su lejano recuerdo permanece brumoso en mi mente, sin embargo, su evocación está presente como si no hubiese transcurrido más de cincuenta años. Son aún tangibles sus ojos felinos humedecidos de tristeza cuando me miraron por última vez, postrada en la bandeja trasera de aquel coche que la alejaba de nuestras vidas. ¿Habrás sido capaz de ser feliz sin nosotros? Espero que si. Seguro que supiste ofrecer todo tu gatuno amor a quienes te acogieron. ¡Cuánto dolor me causó aquella inevitable despedida que tu nunca comprendiste, cuánto tiempo tardó en cicatrizar!
martes, 15 de junio de 2021
Mayo del 68: La Revolución de la Revolución de Jacques Baynac
En Francia fui un niño feliz. Mis ojos de adolescencia fueron testigos directos de estos hechos. Hoy, mis ojos de adultos, de viejo, son los que demandan comprender todos aquellos sucesos. Yo vivía en la banlieue de un Paris revolucionario, ahíto de un régimen caduco que encorsetaba asfixiante a la población, a las clases más desprotegidas, aprovechándose de las condiciones de los inmigrantes, esos que tanto daño parecen hacer a la población, según algunos, que anhela vivir en paz sin tanto extranjero. Un dato curioso, de los cuarenta y cinco mil empleados en el 68 que componían la compañía Citroën, solo veintiséis mil eran no originarios de Francia, estos procedían de países como España, Portugal, Marruecos, Argelia, Túnez, de la antigua Yugoslavia o Italia (en menor medida), estaban peor pagados que los franceses, realizaban los trabajos que estos rechazaban o desdeñaban, pero en el fondo estaban agradecidos. En sus países de origen las penurias se magnificaban.
Mis padres fueron unos de esos que tuvieron que salir huyendo de una España donde el aire putrefacto de la dictadura se hacía irrespirable, donde la subsistencia económica era irrealizable y decidieron coger sus maletas, sus hijos y meterse en un tren que los alejase de tanta miseria. Fuimos a parar a Paris, a esa hermosa ciudad, que en esa época violentaba un sistema coercitivo, un capitalismo que mostraba fisuras por todos sus muros y que parcheaban aquí y allá para disimular las irremisibles grietas que mostraba frente a los menos afortunados.
Mayo del 68 mostró el hastío de la juventud, de los trabajadores frente a esos regímenes que de un lado o el otro del muro mostraban sus fracasos e impotencias. La mu jer siguió acrecentando su consciencia de igualdad injustamente negada (aún falta largo camino por recorrer). Un aire de libertad sopló en el mundo entero, Praga, antes en Hungría, Francia, Grecia, la inapelable dictadura franquista reprimía cualquier movimiento de ansías de libertad, como la Portugal de Salazar sofocaba cualquier resquicio reivindicativo de aire puro. El sistema tenía que resistir, el modelo económico debía persistir por más brechas que mostrase.
En este libro, en modo de crónica periodística, viene a mostrarse del panorama de aquellos días, aquellos meses que se debatieron entre la esperanza de muchos y el temor de unos pocos, recelosos de sus privilegios.
Pero ese Mayo del 68, indirectamente, supuso un cambio radical en mi vida. Supuso dejar atrás unos sueños de estudios bien enfocados, un amor adolescente, imposible, inalcanzable. Mis padres, temeroso antes los hechos, que ya habían sufrido en su niñez las consecuencias de una atroz guerra fratricida, fruto de un golpe de estado frustrado, que hizo añicos las ilusiones de millones de españoles y consolidó el bienestar de muchos privilegiados, permitiendo el nacimiento de un clase acomodada, temerosa, callada, silenciada, decidieron volver a España. Apenas habían logrado ahorrar lo suficiente, a pesar del duro trabajo que les supuso, el ímprobo esfuerzo y la insufrible carencia a las que tuvieron que someterse para darnos lo mejor de ellos, para comprar un piso pequeño en la España que ellos tanto añoraron. El sueño de Mayo del 68 se diluyó entre bombas de humos lacrimógenos, entre golpes negros para acallar las reivindicaciones de las masas, ante la inexplicable timidez de la izquierda francesa, más preocupada en acumular votos que en la realización de su cometido. Los estudiantes volvieron resignados, desilusionados a sus libros, a sus clases; los obreros regresaron a sus aplastantes rutinas para satisfacción de sus patronos. Paris enmudeció, y yo hube de dejar atrás esos sueños, esas promesas de becas, que se fueron diluyendo con el paso del tiempo. Atrás dejé un amor que, entonces, se manifestó en todo su esplendorosa y real imposibilidad. Ya hasta el sueño se hizo irreal, perdí hasta el derecho a soñar.
En España, años después, conocí el amor de mi vida. Aún sigue a mi lado y espero que por muchos años. No hay mal que por bien no venga.
Por cierto, el prólogo de este libro me ha aportado muchos más datos analíticos que el propio libro en sí. Nostálgico ando últimamente y eso me impele a la hora de tomar decisiones sobre mis lecturas.
lunes, 14 de junio de 2021
Magallanes de Stefan Zweig
Mientras dure el verano de Lucia Gil.
domingo, 13 de junio de 2021
Marina de Carlos Ruiz Zafón
sábado, 12 de junio de 2021
Retrato de la señora Natasha Gelman' de Diego Rivera
Un bello cuadro de Theodore Robinson
Escribir no debe ser la mera conjunción de bellas palabras. Si éstas no están dotadas del sentimiento necesario para proveer al texto de alma, será como haber construido un muro de mampostería, más o menos bello, pero en el que siempre prevalecerá la frialdad de la piedra.
miércoles, 9 de junio de 2021
Bajo la misma estrella de John Green
martes, 8 de junio de 2021
Libertad de expresión.
La estrategia ha variado, en el pasado se ahogaba y reprimía la libertad de expresión con la censura, en la actualidad con la proliferación de bulos masivos y nocivos.
Ser español, entre otras cosas.
Cada día me siento más decepcionado con la idea de ser español. Nadie elige dónde se nace, pero si puede hacerlo de donde se es. La carencia de capacidad de reflexión de mis compatriotas me abruma y acongoja. Nos dejamos llevar por las ideas que desde los medios de comunicación, destacan algunos hechos, omiten otros deliberadamente, muchos se dedican a difundir bulos sin el menor de los escrúpulos, las redes sociales nos intimidan, y se difunden noticias sin el menor atisbo de reflexión. Se comparte y punto. ¿Cuantas veces no habré visto la casa de un destacado líder de la izquierda, el precio, de dónde y de qué banco ha salido el dinero para pagar la hipoteca? Otros, sin embargo, tienen casas que han costado el doble, se han comprado con dinero de oscura procedencia y, a pesar de todo, un sospechoso silencio se cierne sobre la “noticia”. Pero en fin…
Lo que está colmando mi paciencia es algo digno de destacar. Las compañías eléctricas han incrementado sus precios una barbaridad, han hecho que se tomen medidas contraproducente contra el consumidor, es decir, contra la inmensa mayoría de nosotros, con la finalidad de paliar sus deficiencias y falta de planificación. Desde lejanos despachos, y en ello también incluyo la banca, personas que ganan cantidades anuales de seis cifras firman despidos de personas que apenas llegan a la quincena de miles al año para equilibrar presupuestos de compañías cuyos beneficios no paran de crecer para favorecer a una minoría social. Ya decía Saramago que para hacer un rico había que crear antes muchos pobres.
Mi indignación no se fundamenta mas que en la actitud del pueblo español. Mientras todo eso sucede nos conformamos con una sesgada idea de libertad, falsa a todas luces; nos dedicamos a inundar las redes sociales de chistes (ingeniosos algunos, pero no menos dañino a nuestra conciencia de consumidor), que si el precio de la luz por aquí o por allí, pero sin levantarnos de nuestros cómodos sillones o sofás; sin alzar para nada nuestras voces y gritar un ensordecedor “Basta ya”. No. Nos lo tomamos todo a mofa, con deplorable y lamentable resignación. Por ello muchas veces envidio a pueblos como el catalán, el vasco y muchos otros europeos, no se dejan avasallar con tal facilidad sin al menos luchar antes por sus derechos y sus libertades.
lunes, 7 de junio de 2021
Montaigne de Stefan Zweig
domingo, 6 de junio de 2021
¿Por qué vivimos? de Marc Augé
sábado, 5 de junio de 2021
Erasmo de Rotterdam de Stefan Sweig
He de asumir que el hábito no hace al monje y esto me lo acaba de demostrar una vez más un autor. Esta vez ha sido Sweig con esta magnifica biografía de uno de los hombres más ilustres del Renacimiento, representante inequívoco del humanismo más absoluto, llevado a la cumbre más alta con acérrima práctica. Se puede militar, hacer proselitismo sin por ello conllevar fanatismo alguno. Es evidente que gran parte de culpa es mía y solo mía, la sola mención de una sotana, un habito, una mitra me induce a pensar en un fanático de campeonato, la Historia con mayúscula no hace más que corroborar este pensamiento mío, llena de execrable mácula de abusos e injusticias la repleta. Cuántas barbaridades se han cometido enarbolando la bandera de un dios, de cualquiera de los supuestamente existentes.
Pero mi culpa está en no conocer con la suficiente entereza que en época determinada solo los religiosos tenían acceso a la cultura y esta premiaba por encima de cualquier religiosidad sincera o encubierta. La verdad que hasta la lectura de este libro ignoraba bastante la obra de Erasmo, su serena ideología, su religiosidad desprovista de fanatismo, de pensamientos guiados por la moderación y la falta de alineamiento a un partido u otro.
Esto me hace reafirmarme en la máxima de Sócrates: sólo sé que no sé nada. Hay que mantener encendida la sed de conocimiento. Es una meta absolutamente inalcanzable pero más cercana cada día, cada paso que supone el leer un libro nuevo, desconocido.
jueves, 3 de junio de 2021
La mano de Fátima de Ildefonso Falcones
Bien ambientada, mejor documentada, reúne todo los requisitos para complacer los más exigentes de los gustos literarios, pero siempre pende sobre la cabeza del lector, esos excesos desorbitados, que te inducen a pesar que tanta maldad no es posible en el ser humano. Sí, lo admito soy un ingenuo a pesar de mis años, pero pienso en toda alma siempre hay un atisbo de humanidad, o simplemente estoy equivocado y eso no es posible en ciertos elementos de nuestra especie.
De lo que no me cabe la menor duda es que mi horizonte, como español, como andaluz, como no creyente se ha visto despejado enormemente tras la lectura de la Mano de Fátima. Me ha aportado datos históricos relevantes para conocer los cimientos de nuestro pasado, sobre los que se apoya la actualidad, nuestro día a día.
Boabdil de Antonio Soler
Todo lo que ha escrito Antonio Soler me ha atrapado. Tiene una manera de narrar muy particular, descriptiva como una sucesión de imágenes qu...
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El hombre comienza a asomar la cabeza. <<La adaptación del Homo habilis a los ecosistemas despejados y herbosos, las sabanas...
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Es la primera de las obras que leo de el hasta hoy, para mi, desconocido autor colombiano. Me ha dejado una grata impresión. Nos cuenta la h...